Amor, remordimiento, traiciones y más en este clásico de la literatura que nos mostrará el romanticismo de Inglaterra en el siglo XIX
Nació en Yorkshire, Inglaterra. Debido a las dificultades que tenían las mujeres para recibir reconocimientos por su trabajo literario en el siglo XIX, decide utilizar el pseudónimo Ellis Bell para publicar su única novela Cumbres Borrascosas. Esta, al principio fue criticada burdamente por los críticos, pero con el tiempo fue reconocida como una novela que refleja de manera genuina y profunda el alma romántica de Inglaterra.
El joven Heathcliff llegará al hogar de los Earnshaw de forma imprevista, el cual causará una serie de repercusiones en la vida de su nueva familia, y la de sus vecinos, los Linton. Catherine, la hija de los Earnshaw desarrollará una relación de dependencia con el joven Heathcliff que perdurará hasta el fin de sus vidas. Entre problemáticas y alegrías, Catherine tendrá que elegir entre el amor o la estabilidad.
Desde que escuché el título de esta obra en secundaria (actualmente estoy por terminar la universidad) me entraron las ganas de leerla, tanto por ser un clásico, como por haber sido recomendada por un estimado profesor.
Después de años, por fin me di la oportunidad de leerla y mi opinión resultó ser bastante diferente a la de mi profesor.
La historia de las dos familias unidas por un joven que llegó de improvisto podrá sonar como algo muy positivo, pero no tienes que leer más allá de unas 50 páginas para darte cuenta que será todo lo contrario. De principio a fin me llevé muchas decepciones, ya que aunque la historia está muy bien escrita, narrada y desarrollada, no logré empatizar con absolutamente ningún personaje. Esa conexión que uno espera en una novela jamás llegó a mi y fue en parte la que no permitió que disfrutara plenamente su historia.
Los personajes principales están llenos de toxicidad amorosa, son muy egoístas, crueles, aprovechados y siempre pensando en su beneficio propio. Me gustaría decir que en algún punto crecen y mejoran su forma de ser, pero no es así. Es por eso que el desarrollo de la historia me parece un poco predecible, hasta que uno llega al final.
El final es, en mi opinión, muy trillado. Pienso que está forzado de cierta manera, ya que el repentino cambio en los personajes no se ve fluido y realista, causando confusión en la personalidad de los mismos.
Puedo comprender porqué es considerado como un clásico, al igual del porqué es tan aclamado y aceptado como un gran libro. La forma de escribir de Emily es bastante buena y revolucionaria para su tiempo, su habilidad para que uno como lector se adentre en su mundo es sorprendente.
Comprendo la magnitud de talento que la autora tenía para su tiempo, sin embargo no puedo decir que es una novela que me haya encantado. Estoy bastante neutral con el contenido; ni demasiado decepcionado, ni demasiado atrapado. Sin embargo, esta edición es bastante cautivadora por sus bellísimas ilustraciones hechas por Julia Bereciartu.
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