Tres pelirrojas están en grave peligro cuando un psicópata les anuncia que su muerte está a la vuelta de la esquina. Una novela tensa que te hará morderte las uñas.
Escritor estadounidense que estudió periodismo antes de dedicarse a la literatura. Su experiencia en el campo de la información criminal le permitió una excelente formación para sus novelas de intriga y misterio. En 1987 decidió abandonar la carrera periodística para dedicarse por completo a la escritura. Conocido por sus novelas psicológicas llenas de gran acción. De entre sus obras, las más destacadas son El psicoanalista, La historia del loco y El estudiante.
Apenas unos kilómetros de distancia separan a tres mujeres que no se conocen entre sí. La Pelirroja Uno es una doctora soltera de cerca de cincuenta años; la Pelirroja Dos una profesora de escuela en la treintena y la Pelirroja Tres una estudiante de diecisiete años. Las tres son vulnerables. Las tres son el objetivo de un psicópata obsesionado por demostrar al mundo quién es él en realidad. Ahora que se acerca al final de su vida, necesita llevar a cabo su obra de arte final.
Mi papá es un fanático de Katzenbach y al haberme hecho leer la bilogía de “El Psicoanalista”, me prestó su libro de Un final perfecto. Como quería darle un toque de suspenso a mi último libro del año, acepté su propuesta.
Katzenbach realmente prueba que trabajó investigando crímenes reales para su trabajo de periodista, porque me supo envolver en el ambiente de uno. El concepto inicial me gustó, además de que aprecio que va directo al grano. Desde el principio me muestró el misterio y me hizo querer seguir leyendo.
Conocí al psicópata protagonista de inmediato, y disfruté muchísimo poder adentrarme en su cabeza. Conocer sus procesos mentales con unas narraciones entretenidas y llenas de suspenso. Y con lo bien que nos cuenta lo que como escritor le ayuda a poder realizar el crimen, me hizo pensar que el mismo Katzenback podría hacer lo mismo.
Al mismo tiempo fui conociendo a las tres víctimas, y cómo poco a poco van sintiendo el juego psicológico. Sentí su vulnerabilidad, inseguridad y miedos que iban creándose poco a poco. Además de comprender lo frágil que es la mente humana, que de un momento a otro se puede quebrar y cambiar. Esta sensación de peligro permanece durante la mayoría de la novela. Eso le aplaudo bastante al autor, es bueno para crear tensión.
La creación de nuevos conflictos es también lograda. Surgen cosas nuevas que van causando sorpresa o confusión, todo para el buen desarrollo de la historia.
El problema de este libro también comenzó desde las primeras páginas, y es que hay un montón de descripciones innecesarias. Me imagino que el autor busca hacer la historia inmersiva, pero en mi caso no lo consiguió. Con párrafos que no aportaban nada a la historia, hubo partes que me hacían alejarme tantito del libro. Llegaban a cansar.
Y aunque las víctimas tienen un buen desarrollo, sus acciones consecuentes de enterarse que están a punto de morir hace que la historia no parezca realista.
Además, mientras más avanzamos a la segunda parte del libro, vemos un retroceso en el desarrollo del psicópata asesino, cosa que le quitó todo el valor que tenía. Todo lo que nos había mostrado para crear un personaje despiadado y cruel, se pierde.
También que hay un montón de incongruencias y partes que me parecieron absurdas. Cosas que pasaron, que pudieron no haber sucedido o no tenían sentido que sucedieran. Incluyendo que hubo muchos conflictos que no se resolvieron y partes que no concluyen.
En lo general, la novela está palomera. Tiene una historia que te mantiene al vilo y hace que te muerdas las uñas. Disfruté mucho de como escribe Katzenbach, ya que aun con mis inconformidades fue una lectura placentera. Definitivo en el futuro leeré más de este autor, mientras tanto me quedo con un buen sabor de boca de que haya sido mi última lectura del año.
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